jueves, 8 de marzo de 2012

Estado Mundial de la Infancia 2012

Compartimos el informe de Unicef  "Estado Mundial de la Infancia 2012", en él podrán encontrar información sobre niñez en el mundo urbano y derechos de la infancia. También hallarán material sobre temáticas ambientales como las que aborda el Departamento como el apartado de agua, saneamiento e higiene.  Para acceder deben hacer click aquí

miércoles, 7 de marzo de 2012


Sociedad  |  Miércoles, 7 de marzo de 2012
Convenio para reubicar a 1500 familias afectadas por la contaminación del Polo Petroquímico Dock Sud

Un lugar en el mundo para la Villa Inflamable

El titular de Acumar, Juan José Mussi, anunció que en tres años se relocalizarán las 1500 familias. Se hará mediante el acuerdo con una empresa, que cede el predio donde almacena contenedores, los que ubicará donde hoy está la villa.

El secretario de Medio Ambiente, Juan José Mussi, anunció a Página/12 que, en el marco del Plan de Saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo, se concretó un acuerdo para que las 1500 familias que viven en Villa Inflamable, en el partido de Avellaneda, sean relocalizados en terrenos de la empresa Exolgan, en ese distrito. La villa está ubicada junto al Polo Petroquímico de Dock Sud, cercanía que constituye un riesgo para la salud de la población. El traslado de sus habitantes es uno de los requisitos de la Corte Suprema de Justicia, en su fallo por el saneamiento del Riachuelo. Mussi adelantó además que ayer fue acordado el traspaso a Nación del predio de la Asociación de Curtidores de Buenos Aires (Acuba) en el partido bonaerense de Lanús, que estaba bajo la órbita provincial y donde se va a construir una planta de tratamiento de efluentes para esa industria.
“Hemos tenido un gran avance en los últimos días: conseguimos el canje de las tierras de la empresa Exolgan donde se van a mudar los vecinos de Villa Inflamable –afirmó Mussi–. El traslado ya está aceptado también por el Juzgado Federal de Quilmes, a cargo de Luis Armella, encargado de garantizar la ejecución del fallo de la Corte Suprema de 2008. El plazo para la relocalización de la totalidad de familias es de tres años. Ya se asignó un presupuesto de 10 millones de pesos por parte de Provincia y desde Nación haremos más de 400 viviendas, para la primera etapa, a través del Plan Federal de Viviendas.”
Según el secretario de Ambiente y titular de la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar), el terreno es “absolutamente normal” y contará con los debidos estudios de impacto ambiental. Actualmente es utilizado como depósito de contenedores, los cuales serán trasladados a su vez a los terrenos de Villa Inflamable, informó. Las tierras donde se asentará el nuevo barrio, señaló, “están fuera del Camino de Sirga –a 35 metros de ribera del Riachuelo–, lejos, sin contaminación industrial”.
Villa Inflamable, en el partido de Avellaneda, es quizá la más postergada de las deudas del saneamiento del Riachuelo, aunque allí se originó el reclamo que dio pie al histórico fallo de la Corte Suprema, de 2008. Las denuncias presentadas por sus vecinos en el caso Mendoza señalaban la imposibilidad de seguir viviendo en el barrio por los daños a la salud comprobados, como problemas respiratorios y dermatológicos.
“Se constató la presencia permanente de diecisiete compuestos volátiles asociados con la refinación de petróleo, como benceno y tolueno, que son cancerígenos sin un umbral mínimo, es decir no importa cuánto tiempo uno estuvo expuesto”, explica a este diario la antropóloga Débora Swistun, coautora de “Inflamable. Estudio del sufrimiento ambiental”, una investigación sobre la contaminación en ese barrio de Dock Sud.
Los datos surgen del Estudio Jica –elaborado por una agencia de cooperación japonesa– que comparó la salud de niños de entre 7 y 11 años de Villa Inflamable con los de Villa Corina, también en Avellaneda, pero a unos doce kilómetros de distancia y sin exposición a los gases tóxicos. El mismo informe arrojaba que la prevalencia de plomo en sangre de los niños de Villa Inflamable casi triplicaba a la de los de la otra muestra.
A partir de esos datos, el fallo de la Corte determinó la necesidad de reubicar a la población, que hoy se compone por alrededor de 1500 familias. El proyecto inicial fue que se trasladara parte de la población a un terreno lindante a donde se encuentra ubicado actualmente.
En la última visita a la villa del defensor del Pueblo de la Nación, Anselmo Sella –de la que participó Página/12 (ver aparte)–, los vecinos reclamaron que se abriera una mesa de trabajo conjunto que les permitiera participar de las negociaciones y la planificación de la relocalización. No quieren mudarse a un complejo habitacional sin ser consultados.
Es que muchas de sus casas se ubican sobre terrenos amplios que permiten que las casas crezcan para arriba y hacia los costados, según se vaya agrandando la familia. Algunos tienen animales o simplemente quieren poder ir a un lugar donde se pueda plantar un árbol. Y tienen miedo de que los localicen en un terreno contaminado.
En total, se estima que deberán realizarse más de diecisiete mil viviendas sociales para los habitantes que viven en la ribera del Riachuelo, sea por reordenamiento espacial –para la construcción de caminos– como por cuestiones ambientales, como es el caso de Villa Inflamable. “El camino de sirga está liberado en casi un 80 por ciento”, adelantó a este diario Mussi. “Con el desalojo de La Saladita, se concluyó la liberación de toda la ribera de Lomas de Zamora; en Avellaneda tampoco quedan más casas pegadas al Riachuelo; de La Matanza, se logró la mitad, en Lanús estamos empezando y en la Ciudad de Buenos Aires se concluyó con El Pueblito, pero nos queda la Villa 26 y, lo más engorroso, que es la 21-24, con casi dos mil familias”.
El secretario anunció hace algunos meses que “los valores aceptados internacionalmente y que marca el fallo van a estar para 2016”. Luego se decidirá si se draga el fondo del río, cubierto de metales pesados. Para que eso se logre, explicó Mussi, “debemos terminar con los vuelcos industriales”. “Hay 23 mil empresas en la cuenca, 11.090 de ellas de origen industrial. Unas 1300 industrias de ese total son contaminantes, en distintos grados. Las más complicadas son las de galvanoplastía, las curtiembres y los frigoríficos. Hay unas cien que habrán reconvertido su producción para fines de marzo y otras 500 que, si siguen lo acordado, lo habrán hecho para fines de este año”, precisó.
En ese sentido, ayer se aprobó un acuerdo por el que el predio de Acuba, en Lanús, pase a la órbita nacional. “En los próximos meses comenzaremos con la infraestructura para un parque industrial, donde habrá lugar para la instalación de cuarenta empresas de curtiembre. Se creará allí una planta de tratamiento que utilizarán esas industrias y otras del rubro, que en su mayoría se encuentran en el mismo partido”, detalló Mussi.
Informe: Rocío Magnani.

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Sociedad  |  Martes, 6 de marzo de 2012
Reclaman una ley que establezca la responsabilidad del fabricante en el reciclado

¿Quién se hace cargo de los envases?

El pedido fue realizado al Congreso y al Ejecutivo por veinticuatro organizaciones ambientalistas. Denuncian que desde hace veinte años se presentan proyectos que son cajoneados por el lobby empresario. Iniciativa de Filmus en el Senado.

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Hasta ahora no hay políticas para separar los residuos recuperables y reciclarlos.
Por Pedro Lipcovich
Más de veinte entidades ambientalistas se unieron para presentar, ante las dos Cámaras del Congreso nacional y ante el Poder Ejecutivo, la petición de que, de una vez por todas, se dicte una ley para propiciar el uso de envases reciclables y establecer la “responsabilidad del generador”: esto implica que, por ejemplo, la empresa que embotella el agua mineral o la gaseosa debe hacerse cargo de reutilizar o reciclar el envase. Los ambientalistas advierten que desde hace 20 años vienen presentándose iniciativas de este orden y afirman que siempre resultaron cajoneadas por presiones del lobby empresarial. Entretanto, los costos son pagados por la comunidad, y casi el 20 por ciento del total de basura que se genera corresponde a estos envases. El senador Daniel Filmus presentó en 2011 un proyecto en esta línea, que debería ser tratado en los próximos meses. Incluye el requerimiento de que los productores formen asociaciones para gestionar los envases usados. Exige que supermercados y verdulerías utilicen envases reciclables o, en su defecto, que cobren las bolsitas para alentar a que el consumidor lleve su propia bolsa. Según Filmus, esta vez “se logró bastante consenso en las cámaras empresariales” para su proyecto, que sigue los lineamientos vigentes en la Unión Europea.
“En 1992 se presentaron los primeros proyectos de ley para regular envases. A partir de allí hay incontables proyectos, desde distintas bancadas: ninguno aprobado”, advierte el documento que solicita “la promulgación de una ley de envases” que contemple la responsabilidad del generador. Lo suscriben el Centro Oeste de Estudios Políticos y Socioambientales (Coepsa), la Asamblea Delta y Río de la Plata, el Foro Ribereño en Defensa del Río de la Plata, Fundación Ecosur, Amigos de la Tierra y otras que conforman un total de 24 entidades.
Teresa Malalán, de Fundación Ecosur, destacó que “el criterio central de todas las entidades firmantes es la noción de que la disposición de los envases es en definitiva responsabilidad del generador”. El documento puntualiza que según los datos ofrecidos por Ceamse, “los plásticos, que centralmente provienen de envases, componen el 19,15 por ciento de los residuos” (la proporción podría ser mayor, ya que Ceamse no la actualiza desde 2006). Adriana Córdoba, de Coepsa, advirtió que “el pedido de una ley de envases apunta a reducir ese volumen. Claro que esto supone establecer firmemente la recolección diferenciada en origen, desde los hogares”.
En cuanto a la responsabilidad del que ha generado el envase, “en diversos países se admite que el que genera el envase, es decir el fabricante del producto envasado, es responsable hasta el destino final del producto: él es quien debe montar la planta de reciclado o utilizar envases retornables –puntualizó Córdoba–. Es cierto también que la gente no suele prestar mucha atención a la cantidad de plásticos que consume, desde el complejo packaging que se ve en las góndolas de supermercados hasta el almacenero que usa una bolsa de plástico para entregar unas galletitas ya envueltas en celofán. Es necesaria una política de Estado para educación en consumo responsable”.
Pero, ¿por qué en veinte años no se ha podido aprobar una ley? Andrea Burucúa, de Ecosur, señaló que “en Diputados siempre envían inicialmente estos proyectos a la Comisión de Industria, que, a causa del lobby ejercido por las empresas, no emite dictamen y el proyecto queda trabado hasta perder estado parlamentario”. La ambientalista advirtió que “si bien deberían afrontar un costo inicial, está comprobado que el reciclado y uso de envases retornables reduce costos para todos los participantes en la cadena. Actualmente los costos son mayores y los paga toda la comunidad, además del desperdicio de recursos no renovables”.
En este orden, el senador Daniel Filmus presentó en octubre del año pasado un proyecto de ley que debería ser tratado en estos meses en la Cámara alta. Plantea “el principio de responsabilidad extendida del productor, particularmente respecto de la responsabilidad legal y financiera sobre la gestión de los residuos que se derivan de sus productos”. Esta responsabilidad abarca “todos los envases y sus residuos que, luego de su utilización o del consumo de los productos, sean susceptibles de ser gestionados como residuos domiciliarios”. Para ello, “los productores deben constituir asociaciones para la gestión de residuos de envases”.
“Pongamos por caso las botellas de agua mineral –explicó el senador–: las de todas las marcas, mediante una adecuada recolección, irán al mismo sitio, y los distintos embotelladores de agua mineral se asociarán para gestionar o tercerizar una planta de reciclado.” En cuanto a las bolsitas del supermercado o la verdulería, hay dos respuestas: “Hacerlas de material reciclable, como el papel, y prohibir que se entreguen gratuitamente, de modo que el cliente se vea alentado a llevar su propia bolsa”.
Filmus señaló que “el reciclado de envases es en general autosustentable, permite recuperar los costos; es especialmente así en la actualidad, cuando las commodities tienen precios elevados. Por eso estamos en un buen momento para empezar con este modo de gestionar los envases”.
El proyecto debe ser tratado en la Comisión de Medio Ambiente del Senado, luego de lo cual pasará a la Comisión de Presupuesto, de donde debería pasar al recinto. Según Filmus, “fue muy debatido con las cámaras empresariales y se logró bastante consenso. Está muy vinculado con modelos que la Comunidad Europea viene llevando adelante desde hace tiempo”.
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Sociedad  |  Miércoles, 7 de marzo de 2012
Una recorrida con el defensor del Pueblo

Historias al margen del Riachuelo

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Las burbujas de gas metano emergen en la superficie del agua. Bajo el Puente Avellaneda, que conecta el barrio de La Boca con el conurbano, un pequeño bote a remo cruza pasajeros de una orilla a otra. El olor entra por los poros, dando cuenta de que a pesar de que no se vea basura, el fondo del Riachuelo sigue lleno de metales pesados. El defensor del Pueblo, Anselmo Sella, comienza su recorrido en este punto emblemático del cauce. A tres años y medio del fallo de la Corte Suprema que intimó a catorce municipios y a los Estados nacional, provincial y porteño a sanear la contaminación del río, el funcionario se internará por algunos de los puntos más relegados de la cuenca. El objetivo es evaluar el avance de obras y escuchar de primera mano los reclamos de quienes conviven con la contaminación.
Alfredo Alberti, presidente de la Asociación de Vecinos La Boca, señala con el dedo los globitos de gas que se ven sobre los espejos negros de agua. La entidad integra el cuerpo colegiado, coordinado por la Defensoría, que junto a otras ONG asesora y vigila la ejecución del saneamiento ordenado por la Justicia en 2008. “Hace unos años no se veía el agua, era pura basura –dice–. En lo que es visual, esto mejoró. Pero el problema es que aún no se hace una limpieza del fondo. Acumar empezó a luchar, pero falta, sobre todo en la pulseada con el empresariado: están demasiado acostumbrados a que el pasivo ambiental lo pague la gente con su salud.”
Desde el camino de sirga, ya no se ven barcos: se prohibió su circulación y se logró la extracción de las viejas estructuras que habían envejecido de desidia en el río. Cuenca abajo, lo que sí se ve, imponente sobre el río, es la Villa 26, en Barracas. Las más de 200 viviendas de ese barrio porteño desfilan sus chapas y maderas sobre pilotes o barriles enclavados en la orilla del río. Un caño de descarga doméstica asoma también de una de las casas. Leandro García Silva, del área de ambiente de la Defensoría, explica que “en una cuenca hídrica donde el 55 por ciento de la población –cinco millones de personas– no tiene cloacas, los efluentes domésticos no desaparecen. Los desechos no se degradan y eso contamina.”
No se van porque quieren, los echa la contaminación. Una nueva parada en el recorrido es el complejo del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) de Avenida Cruz y Lacarra, en la ciudad de Buenos Aires. Ahí comenzaron a mudarse, entre otros, una veintena de familias de Villa Luján. La familia de Susana vive en su nuevo departamento del complejo amarillo con otras ocho personas. Cuenta que están mucho mejor, aunque extraña un poco su barrio. Los vecinos del tercer piso, cuenta, sí tienen problemas: se mudaron hace unos siete meses y ya se les filtra agua del techo cuando llueve. Todos los días, además, se corta la luz al menos cuatro horas. Y todavía no tienen gas.
La población ribereña es víctima de la contaminación domiciliaria, pero sobre todo, de la industrial. Es el caso de Villa Inflamable, que fue señalada por la Corte Suprema como uno de los lugares a relocalizar por la alta exposición a los gases tóxicos del Polo Petroquímico de Dock Sud. Hace casi dos años, el juez federal Luis Armella prohibió el ingreso de materiales a la villa para que no se construyan nuevas viviendas, aunque tampoco había un proyecto acordado por todos los actores para mudar a las más de 1500 familias.
“A mí el último granizo me rompió toda la casa y no pude arreglar nada”, dice Cintia Villarruel, de 27 años, que carga a su hijo de 19 meses en brazos. Los vecinos asienten. Cuentan que no se puede entrar ni una bolsa de cemento, aunque tengan las paredes rajadas por el paso de los camiones, aunque tengan sus casas a punto del derrumbe o se les inunde la casa hasta la cintura. Una mujer resume: “Dicen que esto no es habitable y nos quieren mandar a una conejera. Pero acá tenemos patio, plantas. No queremos que nos muden separados”.
“Acá tenemos libertad, Carmen”, acota Cintia, e inspira otro asentimiento de cabezas. El chiquito que carga encima, Lautaro, tiene broncoespasmos desde los dos meses. “La semana que viene le voy a hacer el estudio de plomo en sangre de forma particular, porque acá en la salita me dicen que es un chico sano y que no se lo pueden hacer. Ya se me murió mi hermanito, hace ocho meses, de cáncer de colon. Cuando acá le hicieron el estudio le dijeron que era muy bajo el grado de contaminación. Pero el estudio del Hospital Posadas dio que tenía el 75 por ciento de su sangre contaminada. Falleció con 12 años.”
Una señora intercede: “Yo no digo que no tengamos que salir de acá, el tema es cómo”. “¡Necesitamos una mesa de trabajo porque en la medida en que el otro actor que necesitamos que esté sentado acá con nosotros no está, estamos en las nubes!”, le comunica al defensor Débora Swistun, antropóloga que se crió en la villa y tiene a su madre viviendo todavía allí.
El defensor del Pueblo concede que “hay una demora de Acumar en hacerse cargo en venir acá a escuchar y dar información de cuáles son los proyectos que hay, porque la gente no puede estar viviendo en la incertidumbre”. Lo dice antes de que Mussi anunciara a este diario el traslado del barrio (ver nota central).
“Estamos invisibilizados. Nos rodean el agua, las contenedores, que ya casi tapan las casas, el polo petroquímico. Entonces ya nadie ve. Es real: Villa Inflamable es el lugar que da origen al saneamiento de la cuenca, es increíble que hasta el día de hoy esté postergado”, concluye Swistun.

Informe: Rocío Magnani.
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